El término otorrinolaringología proviene de las palabras en griego: otos (oído), rhis (nariz) y larynx (laringe). Actualmente, su ámbito de actuación abarca la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las enfermedades que afectan al oído, vías respiratorias superiores (boca, nariz, faringe) y vías aerodigestivas (boca, nariz, faringe y laringe), así como la cirugía cervicofacial (cuello y glándulas adyacentes). Esta especialidad se ocupa de las funciones propias de estas áreas, como la respiración, la olfacción, la deglución, el habla y la voz, y también de las estructuras faciales y cervicales que participan en ellas. Estas funciones inciden directamente en la calidad de vida de las personas, puesto que afectan a los sentidos que son clave en las actividades de la vida diaria de las personas y en sus relaciones sociales. El campo de actuación de esta especialidad es muy amplio y comprende órganos de los sentidos (oído, olfato y gusto), la vía aerodigestiva superior y los Síndromes de apnea del sueño, órganos de la fonación, el sistema vestibular periférico (donde reside el sentido del equilibrio), la base de cráneo, enfermedades y tumores que afectan al cuello, y las glándulas (Tiroides, Submaxilar, Parótida, Sublingual y Salivares Menores).
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